Ciudad del Vaticano, 4 dic (EFE).- Benedicto XVI llamó hoy al Muro de Berlín "frontera de muerte" y dijo que todas las acciones de la dictadura comunista fueron "siempre inmorales" y que el "partido" consideraba "bueno" todo lo que le servía, "por muy inhumano que fuera". El Papa Ratzinger hizo estas manifestaciones en el discurso que pronunció tras el concierto que le ofreció en la Capilla Sixtina del Vaticano el presidente de la República Federal de Alemania, Horst Kohler, con motivo del 60 aniversario de la fundación de ese país y el 20 aniversario de la caída del Muro de Berlín. Hablando en alemán, el Obispo de Roma recordó esos dos eventos y en referencia al Muro de Berlín dijo que fue una "frontera de muerte que durante muchos años dividió nuestra patria y separó por la fuerza a hombres, familias, vecinos y amigos".
El Pontífice señaló que ya muchas personas se dieron cuenta de que los sucesos del 9 de noviembre de 1989 (la caída del muro) eran el principio inesperado de la libertad "tras una larga y sufrida noche de violencia y opresión de un régimen totalitarios que conducía a un nihilismo, un vaciado de las almas".
"En la dictadura comunista no había acción que fuese considerada mala o inmoral. Lo que servía a los objetivos del partido era bueno, por más inhumano que pudiera ser", afirmó el Papa.
Benedicto XVI agregó que la actual República Federal Alemana es la prueba de que el orden social occidental es mejor y más humanitario y ello es gracia a su constitución.
El Papa abogó por el respeto de la dignidad de la persona y pidió respetar el matrimonio y la familia, como bases de cualquier sociedad.
El concierto lo ofreció los Augsburger Domsingknaben y la Residenz Kammerorchester de Munich, dirigidas por el maestro Reinhard Kammler, que ejecutó el oratorio de Navidad BWV 248, de Johann Sebastian Bach.
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